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Identifica la depresión

Identifica la depresión

La depresión se presenta como un conjunto de síntomas de predominio afectivo (tristeza patológica, apatía, anhedonia, desesperanza, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida) aunque, en mayor o menor grado, también están presentes síntomas de tipo cognitivo, volitivo y somático, por lo que podría hablarse de una afectación global psíquica y física, haciendo especial énfasis en la esfera afectiva, según la Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en el Adulto, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Las personas responsables, con baja autoestima, exigentes, perfeccionistas, con un elevado sentido del deber y de respeto, minuciosos, baja tolerancia al fracaso y con planteamientos vitales muy rígidos tienen un mayor riesgo de sufrir depresión. Además, dan mucha importancia al control por lo que les gusta saber lo que ocurre en cada momento. Adoran la rutina, detestan la improvisación olas sorpresas y sufren si sienten que no controlan algún aspecto de sus vidas.

La depresión se puede iniciar a cualquier edad, aunque su mayor prevalencia se produce entre los 15 y 45 años. La sintomatología del trastorno puede ser distinta con la edad: los jóvenes muestran síntomas fundamentalmente comportamentales, mientras que los adultos mayores tienen con mayor frecuencia síntomas somáticos.

Causas

Las causas de la depresión son variadas, pero la bioquímica puede ayudar a explicar algunos casos. Las personas deprimidas muestran niveles muy altos de cortisol (una hormona) y de varios agentes químicos que actúan en el cerebro, como los neurotransmisores serotonina, dopamina y noradrenalina. Estos niveles pueden estar elevados por motivos hereditarios. Explicaciones dadas al origen familiar de la depresión son que los niños reciban una visión triste del mundo por el comportamiento de sus padres, o crecer en un ambiente que no es totalmente enriquecedor.

Respecto a la depresión que no está causada por motivos familiares, las pérdidas emocionales muy profundas pueden causar cambios bioquímicos que impulsen la depresión. Estos cambios pueden provocar la enfermedad no de una forma inmediata, sino más adelante.

Otros factores pueden ser la pérdida de un trabajo, o la falta de capacidad de adaptación a determinados cambios. A pesar de que no se sabe exactamente qué provoca la depresión existen diversos factores identificados como los desequilibrios de los neurotransmisores del cerebro.

Según se recoge en la Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en el Adulto, la depresión es un proceso multifactorial y complejo cuya probabilidad de desarrollo depende de un amplio grupo de factores de riesgo, sin que hasta el momento haya sido posible establecer su totalidad ni las múltiples interacciones existentes entre ellos.

  • La prevalencia e incidencia de los trastornos depresivos es mayor en mujeres que en hombres, comenzando en la adolescencia y manteniéndose en la edad adulta.
  • Las enfermedades crónicas, tanto físicas como mentales y la posible asociación con el consumo de alcohol y tabaco también son factores de riesgo importantes.
  • Se ha observado que pacientes, fundamentalmente varones, con antecedentes de ataques de pánico, tienen mayor riesgo de desarrollar depresión mayor.
  • Se ha descrito una asociación entre migraña y depresión, de manera que los pacientes con depresión mayor presentaban mayor riesgo de sufrir migraña y a su vez, los que presentaban migraña (no otro tipo de cefalea) tenían mayor riesgo de depresión mayor.
  • Uno de los acercamientos más frecuentes en la investigación de los genes implicados en el desarrollo de la depresión es el análisis del papel de las monoaminas. De entre todas las variantes genéticas estudiadas, un factor que podría influir en su desarrollo es la presencia de un polimorfismo del gen que codifica el transportador de la serotonina, lo que produciría una disminución del transporte de este neurotransmisor.
  • La presencia de enfermedad cardiaca y diversas patologías endocrinas, como la diabetes, el hipo o hipertiroidismo, el síndrome de Cushing, la enfermedad de Addisson y la amenorrea hiperprolactinémica, parecen aumentar el riesgo de depresión.
  • Los familiares de primer grado de pacientes con trastorno depresivo mayor tienen el doble de posibilidades de presentar depresión que la población general, proporción también importante en los de segundo grado.
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Ansiedad: Síntomas y Causas

¿Qué es la ansiedad?

Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico).

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.

Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social (fobia social), fobias específicas y trastorno de ansiedad por separación. Puedes tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad surge de una enfermedad que requiere tratamiento.

Cualquiera sea el tipo de ansiedad que padezcas, un tratamiento puede ayudar.

Síntomas

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de debilidad o cansancio
  • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
  • Tener problemas para conciliar el sueño
  • Padecer problemas gastrointestinales (GI)
  • Tener dificultades para controlar las preocupaciones
  • Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad:

  • La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que temes a lugares y situaciones que pueden causarte pánico o hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado y a menudo intentas evitarlos.
  • El trastorno de ansiedad debido a una enfermedad incluye síntomas de ansiedad o pánico intensos que son directamente causados por un problema de salud físico.
  • El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una ansiedad y una preocupación persistentes y excesivas por actividades o eventos, incluso asuntos comunes de rutina. La preocupación es desproporcionada con respecto a la situación actual, es difícil de controlar y afecta la forma en que te sientes físicamente. A menudo sucede junto con otros trastornos de ansiedad o con la depresión.
  • El trastorno de pánico implica episodios repetidos de sensaciones repentinas de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos (ataques de pánico). Puedes tener sensaciones de una catástrofe inminente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos, fuertes o como aleteos (palpitaciones cardíacas). Estos ataques de pánico pueden provocar que a la persona le preocupe que sucedan de nuevo o que evite situaciones en las que han sucedido.
  • El mutismo selectivo es una incapacidad constante que tienen los niños para hablar en ciertas situaciones, como en la escuela, incluso cuando pueden hablar en otras situaciones, como en el hogar con miembros cercanos de la familia. Esto puede afectar el desempeño en la escuela, el trabajo o en la sociedad.
  • El trastorno de ansiedad por separación es un trastorno de la niñez que se caracteriza por una ansiedad que es excesiva para el nivel de desarrollo del niño y que se relaciona con la separación de los padres u otras personas que cumplen una función paternal.
  • El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y preocupación por ser juzgado o percibido de manera negativa por otras personas.
  • Las fobias específicas se caracterizan por una notable ansiedad cuando la persona se ve expuesta a un objeto o situación específicos, y un deseo por evitarlos. En algunas personas, las fobias provocan ataques de pánico.
  • El trastorno de ansiedad inducido por sustancias se caracteriza por síntomas de ansiedad o pánico intensos que son el resultado directo del uso indebido de drogas, como tomar medicamentos, estar expuesto a una sustancia tóxica o tener abstinencia a causa de las drogas.
  • Otro trastorno de ansiedad específico y no específico es un término para la ansiedad y las fobias que no cumplen con los criterios exactos para algún otro trastorno de ansiedad pero que son lo suficientemente relevantes para ser alarmantes y perturbadores.

Cuándo consultar al médico

Consulta con el médico en los siguientes casos:

  • Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida
  • Tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te resulta difícil controlarlos
  • Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad
  • Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física
  • Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento de urgencia inmediatamente)

Es posible que tus preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con el paso del tiempo si no procuras ayuda. Visita a tu médico o a un profesional de salud mental antes de que tu ansiedad empeore. Es más fácil tratarla si obtienes ayuda pronto.

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Causas

No está del todo claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Ciertas experiencias de vida, como acontecimientos traumáticos, parecen provocar los trastornos de ansiedad en personas que ya son propensas a la ansiedad. Los rasgos heredados también pueden ser un factor.

Causas médicas

Para algunas personas, la ansiedad puede estar relacionada con un problema de salud oculto. En algunos casos, los signos y síntomas de ansiedad son los primeros indicadores de una enfermedad. Si el médico sospecha que la ansiedad que tienes puede tener una causa médica, quizás te indique análisis para buscar los signos del problema.

Algunos ejemplos de problemas médicos que pueden estar relacionados con la ansiedad incluyen los siguientes:

  • Enfermedad cardíaca
  • Diabetes
  • Problemas de tiroides, como el hipertiroidismo
  • Trastornos respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma
  • Uso inadecuado de sustancias o abstinencia
  • Abstinencia del alcohol, de medicamentos contra la ansiedad (benzodiazepinas) o de otros medicamentos
  • Dolor crónico o síndrome de intestino irritable
  • Tumores poco frecuentes que producen hormonas de reacción de “luchar o huir”

En ocasiones, la ansiedad puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.

Es posible que la ansiedad que te aqueja esté causada por una enfermedad oculta en los siguientes casos:

  • Si no tienes parientes consanguíneos (como padres o hermanos) que tengan trastornos de ansiedad
  • Si no tuviste un trastorno de ansiedad en la infancia
  • Si no evitas ciertas cosas o situaciones a causa de la ansiedad
  • Si la ansiedad se presenta de forma repentina sin estar relacionada con los eventos de la vida o si no tienes antecedentes de ansiedad

Factores de riesgo

Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:

  • Trauma. Los niños que soportaron maltratos o traumas o que presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
  • Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
  • Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
  • Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
  • Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
  • Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
  • Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

Complicaciones

El trastorno de ansiedad no implica solamente estar preocupado. También puede ocasionar, o empeorar, otros trastornos mentales y físicos, como los siguientes:

  • Depresión (que a menudo se produce junto con un trastorno de ansiedad) u otros trastornos de salud mental
  • Abuso de sustancias
  • Problemas para dormir (insomnio)
  • Problemas digestivos o intestinales
  • Dolor de cabeza y dolor crónico
  • Aislamiento social
  • Problemas en la escuela o el trabajo
  • Mala calidad de vida
  • Suicidio

Prevención

No es posible prever con certeza qué causa que una persona presente un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas si te sientes ansioso:

  • Pide ayuda enseguida. La ansiedad, como muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras.
  • Mantente activo. Participa en actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo mismo. Disfruta la interacción social y tus afectos, que pueden aliviar tus preocupaciones.
  • Evita el consumo de alcohol o drogas. El consumo de alcohol y drogas puede provocar ansiedad o empeorarla. Si eres adicto a cualquiera de estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir ansioso. Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.
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Tipos de Adicción

Existen adicciones a sustancias y de comportamiento. Todas comparten el mismo proceso de evolución y una sintomatología.

La adicción más frecuente es la relacionada con el abuso de drogas, pero las consecuencias pueden tener un impacto parecido a cuando se abusa de comportamientos como el uso de internet, el sexo y el amor, la comida, el ejercicio físico, el juego, las compras, o cualquier otro comportamiento compulsivo que se convierta en obsesión y descontrole la vida del afectado.

Se definen dos tipos básicos de adicción: adicción a sustancias y adicción a comportamientos.

¿EXISTEN DIFERENTES TIPOS DE ADICCIÓN?

La realidad es que no existen distintos tipos de adicción como tal; sí que existen distintas maneras en las que ésta se manifiesta. Mientras que una persona puede ser adicta al alcohol, otra ser adicta a drogas de uso legal o ilegal, y otra adicta al juego o a otro tipo de comportamiento. La dinámica es siempre la misma: una relación de consumo o de comportamiento que altera el estado de ánimo. También es sabido que aquéllos que dejan una adicción a una sustancia o comportamiento están en riesgo de desarrollar una adicción alternativa.

En algunas personas, la relación con distintas sustancias o comportamientos coexisten, de modo que la persona puede encontrarse con que tanto el alcohol como la cocaína son un problema. Otra persona puede tener relaciones problemáticas de manera simultánea con el juego, el alcohol y la pornografía. Se puede desarrollar adicción a sustancias con las que uno se auto-medica, o a sustancias que le prescribe un médico. Se pueden consumir sustancias legales que se obtienen de forma ilegal.

Existen muchas variantes y combinaciones sobre la misma temática. Independientemente de las características de la relación se aplica el mismo criterio de diagnóstico.

A pesar de que muchas de las consecuencias dañinas son comunes a todas estas manifestaciones de la adicción, algunos daños son específicos del consumo de un determinado tipo de sustancia o de comportamiento. Por ejemplo, los efectos mentales y físicos de la adicción al alcohol son distintos a los derivados de la adicción a la heroína, a la cocaína o al juego.

Importante enfatizar que las adicciones pueden, bien provocar daños en la salud mental, bien ser el resultado de padecer dichos problemas mentales. Nosotros desarrollamos un plan de tratamiento personalizado dependiendo de cada caso. Afortunadamente, para muchos, los síntomas de una deficiente salud mental desaparecen una vez entran en recuperación. No obstante, esto no es siempre así; cuidados específicos se ponen en marcha cuando esto ocurre.

DESÓRDENES COEXISTENTES

Tanto los desórdenes físicos como los mentales pueden coexistir con la adicción. Algunos, desde aquellos que tienen su origen en incidentes negativos, hasta los que lo tienen en traumas de la infancia, juegan su parte en la aparición de la adicción; otros son resultado de la misma.

Los problemas físicos incluyen tanto afecciones pre-existentes como un precario estado de salud, infecciones, y daños derivados del comportamiento de consumo y del modo de vida, que hacen que se descuide el cuidado personal. El perfil de esta persona suele también presentar tensión muscular, dolores, y problemas odontológicos.

Desórdenes psicológicos, de comportamiento, y de personalidad son, bien factores previos a la adicción, bien precursores de ella. Estos suelen ser ansiedad, depresión, trastorno bi-polar y otros problemas mentales. También se pueden dar desórdenes alimentariosNuestro equipo evalúa todos y cada uno de ellos para elaborar un plan de tratamiento personalizado.

ADICCIONES CRUZADAS Y PATOLOGÍA DUAL

Las adicciones pueden interrelacionarse y, de una adicción comportamental como la obsesión con la comida o la anorexia puede derivar en uso de drogas para controlar el peso o la cocaína para perder el apetito.

La sustitución de una dependencia por otra, sea entre drogas o entre comportamientos, que aporten niveles de intensidad similares también puede darse y les llamamos adicciones cruzadas.

La enfermedad de la adicción puede coexistir con un trastorno psiquiátrico y por lo tanto tener una patología dual que requiera un seguimiento psiquiátrico individualizado.

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